Pablo Motos, el pasado jueves 9 de noviembre volvió a incendiar las redes (sí, otra vez) tras su entrevista al actor y músico Jared Leto, líder de la banda 30 Seconds to Mars y ganador de un premio Óscar por su actuación en Dallas Buyers Club. Los fans del invitado se quejaron una vez más de lo absurdas y poco profundas que fueron las preguntas del presentador, cosa habitual. Por no hablar de los juegos que proponen, donde Motos intenta ser mejor que el invitado practicamente todas las ediciones. Pero pese a esto, El Hormiguero es de los programas de entretenimiento en España más longevos y con mayor número de seguidores, siendo clave en este éxito su capacidad de adaptarse a las tecnologías de la comunicación y el transmedia. Comenzaremos poniendo en contexto el programa.
El
Hormiguero, programa cuya emisión comenzó el 24 de septiembre de 2016 en la
cadena de televisión Cuatro y que desde 2011 se emite en Antena 3, lleva más de
once años en antena, lo cual denota un éxito y una continua transformación de
un formato que sigue enganchando al público general. Este programa, comandado
por el siempre polémico Pablo Motos, contiene multitud de elementos que pueden
considerarse transmediáticos, ya sea con tramas narrativas externas al programa
en sí, como contenidos internos de interactuación directa o indirecta con los
espectadores. Las figuras sobre las que giran la mayoría de material transmedia
en el programa son las dos hormigas de peluche, Trancas y Barrancas (interpretadas por Juan Ibáñez y Damián Mollá), a través
de las cuales se intenta llegar al público infantil sobre todo. El programa
también ha creado varios personajes que han aportado pinceladas de ficción a lo
largo de su historia, como pueden ser El hombre de negro, interpretado por el hermano de Juan Ibáñez, Pablo; Flipy el científico
loco, Petancas y algunos otros. Estos personajes, con una sección propia, crean
una rutinas de comedia clásicas de la televisión generalista, repeticiones de
la misma broma recurrentemente hasta la saciedad, frases representativas de
cada uno, unos bailes concretos en el caso de Marron, etc.
Las sintonías son un
elemento clave a la hora de conseguir la atención del público, cada sección
contiene una canción característica, al igual que cada vez que invitan a un
cantante a participar en el show suena una canción de este entre secciones. De
estos bailes característicos apareció material trasnmedia en forma de CD,
titulado El Hormiguero 3.0., que contiene las canciones que sonaron en el
programa durante la temporada. Por no hablar, de su éxito más conocido, de creación propia del programa, la canción Vete a Dormir, cantada al final del programa cuando este estaba mayoritariamente dirigido al público infantil para que los niños se fueran a la cama.
Como
se ha dicho anteriormente, los productos transmediáticos que parten del
programa son abrumadores, y la mayoría giran en torno a las dos hormigas, ya
que son el elemento principal de identificación del programa, pero como veremos
más adelante también existen muchos otros. Las
hormigas poseen multitud de productos que utilizan su imagen, y curiosamente
todos están orientados a un público infantil. Existen peluches, bolígrafos de lashormiguitas que comercializó la empresa Simba,
mochilas, estuches, libretas y una cantidad de elementos que no podemos llegar
a imaginar.


Antes
se ha hablado de la manera en la que El Hormiguero, al igual que hace McDonalds
con los happy meal, busca atraer mediante la figura de las hormigas al público
infantil, pero el público joven y adulto también tienen algo a lo que pueden agarrarse
para conseguir ese vínculo: las redes sociales. El Hormiguero está presente de
manera oficial en Twitter, Facebook, Instagram e incluso Flickr. El programa utiliza
su Twitter oficial de manera dinámica y siempre orientada hacia el público
joven e incluso diría que adolescente, utilizando en prácticamente todos los
tuits emoticonos, exclamaciones y palabras de “argot milenial”. Para que los
fans comenten los programas en directo siempre se muestra un hashtag en la
parte superior izquierda de la pantalla con el nombre del invitado acabado en
EH (iniciales de El Hormiguero) durante la emisión. Siempre que se menciona a
algún miembro del equipo por redes se le menciona con su nombre de usuario de
la red social donde se publique. Las otras publicaciones que realizan son
básicamente promociones de productos del programa y anuncios de los famosos que
van a asistir en las próximas semanas a participar en el show. En Instagram es
donde se “humanizan” a los famosos, viéndolos en situaciones cotidianas,
eliminando esa aura de lejanía del ídolo. En cuanto a APPs, el programa no
tiene una propia, utiliza la general de Atresmedia. En cambio, las hormigas si
tienen, concretamente un juego para dispositivos móviles, “Trancas &Barrancas adventures”, de nuevo con temática ligeramente infantil. Atresmedia
también sube los programas íntegros de su página web Atresplayer, donde hay una sección
para cada programa de la empresa, tanto de Antena 3, La Sexta o Flooxer.

Su
producto transmedia de mayor éxito fue un vídeo que consistía en un hombre de
edad avanzada, el abuelo Melquiades (Daddy Melquiades), que enseñaba como hacer una canción de reggaetón
desde su residencia de ancianos. Primero explicaba la teoría y posteriormente
lo mostraba con una canción que resultó jocosa para gran parte del público. Tal
fue la repercusión que a mí, personalmente, me llegó el vídeo por tres grupos
de Whatsapp diferentes. Su repercusión llegó a nivel internacional, incluso se
le invitó a un programa de televisión latinoamericano para que cantara su
canción “A mí me gusta el Taca Taca”.
En
conclusión, El Hormiguero es un programa que despierta amores y odios, pero no
deja indiferente. Obviamente, este odio hacía el show viene dado por las
actitudes machistas y sexistas de su presentador, Pablo Motos, aunque el
programa en sí es fresco y sabe renovarse, tanto, que incluso renueva su nombre
como si de una aplicación se tratara, actualmente se llama El Hormiguero 3.0. La
cantidad de material transmedia que ha conseguido este programa posiblemente no
tenga precedentes en la televisión española en los últimos 20 años, ha entrado en el imaginario colectivo,
partiendo de la canción “Vete a dormir” y terminando con las frases graciosas
de las virtudes de El hombre de negro. Esta sobreexplotación de un producto
audiovisual suele saturar y caer, pero este programa ha conseguido reinventarse
y sacar productos muy variados, para todos los públicos y en muchos ámbitos
diferentes. ¿Le quedará mucho más recorrido al programa o ya está muy quemado
el formato? Veremos la manera en la que avanza en los próximos años el
programa, pero en principio la rueda no parece que vaya a dejar de girar.
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